Yo ya me había puesto mi pijama y estaba metida
en la cama, él sentado a mi lado. Yo lo miré y tomé su mano.
- La pasé muy bien hoy… -Le confesé.-
-Sonrió y acarició mi cara.- Yo también. –Sonreímos y se acercó a darme un beso.- Pero dale, tenes que descansar porque mañana tenes que estar con todas las pilas.
- Lo decís y empiezo a temblar.
- Confía en que sos la mejor.
-Reí.- Vos sos un poco exagerado.
-Rio y besó mis labios.- Dale, dormí…
Me acomodé y me hice un bollito, mirando hacia dónde estaba él. Tenía frío, asique también acomodé las mantas.
Cerré mis ojos y Pedro comenzó a mimarme, yo sonreí y de a poco, empecé a relajarme.
- Soña con la copa eh.
-Reí.- Me está haciendo efecto esto eh.
-Besó mi frente.- Soy infalible. –Reímos y besó mis labios.- Descansa…
- Vos también Pepe.
- ¿Puedo quedarme acá?
- Mmm… Si queres. –Dije aún con mis ojos cerrados.-
- Me voy a ir a buscar algo para dormir.
-Sonreí.- Bueno, dale.
Hoy hacia cinco días que habíamos empezado esta “relación”, era poco… Pero me sentía tan bien.
Pedro se cambió en el baño de mi cuarto y se metió en la cama conmigo, no pude evitar abrir mis ojos y dedicarle una sonrisa.
- Nunca creí que iba a estar así con vos. –Le dije.-
-Me besó.- Yo tampoco, me costó bastante.
- Eso ya no importa, ahora lo que importa es que no se eche a perder.
- Vas a ver que no… -Volvió a besarme.- Pero dale. ¡Tenes que dormir!
- Me distraes. –Le dije riendo.-
- ¿Es culpa mía?
- Ajam… -Dije y lo besé.-
- Entonces me voy…
Y amagó a irse, pero lo tomé del brazo para impedírselo.
- ¡Ni se te ocurra!
- Tengo que cuidar a mi patinadora.
-Reí.- Duermo, duermo… ¡Pero quedate conmigo!
-Me besó.- Dale… Dormí.
Volví a acomodarme, mirándolo y él acomodó frente a mí. Busqué su mano por
debajo de las mantas y entrelacé mis dedos con los suyos, luego sentí su otra
mano acariciar mi cuello y sonreí.
- Hasta mañana campeona.
-Sonreí.- Hasta mañana Pepe.
Me quedé dormida sintiendo sus suaves caricias, las cuales me tranquilizaban
por completo.
Desperté a la mañana siguiente, sintiendo sus besos en toda mi cara.
- Buenos días señorita ganadora.
-Reí.- Buen día Pepe. –Dije y lo miré.- ¿Qué hora es?
- Las nueve…
- ¿Ya? –Y me senté de golpe.-
- ¡Tranquila che! Faltan un montón de horas.
- Pero…
- Llegas, tranquila. Ahora vas a desayunar.
-Reí.- Creo que me voy a morir.
- Tenes que estar tranquila.
Desayuné, aunque la verdad es que tenía un nudo en el estómago y luego me bañé.
Fuimos en auto hasta el lugar de la competencia y estaba en mi camarín, el
nivel de nervios que tenía era indescriptible.
Me peinaron y me maquillaron… Con Pedro nos aseguramos de que nadie viera
entrar al médico, porque no quería que se sepa de mi esguince y me infiltraron
en el camarín.
- ¿Cómo está ese pie?
-Suspiré, moviéndolo un poco.- Bien, creo.
- La vas a romper.
-Sonreí.- Eso espero… ¿Tenes la rutina?
- Sí, acá. –Dijo y me dio el papel.-
Primero pedirían algunos saltos y pruebas individualmente y luego, las
participantes que habíamos llegado a la final, debíamos exponer nuestras
respectivas rutinas.
- Espero que no pidan el salto con el que me esguince, creo que me paralizó.
- ¡Tranquilizate! –Dijo y me besó.- Confía en vos, confía en lo que haces, en
lo que amas.
- Te juro que siento que me va a salir el corazón del cuerpo.
- Vení…
Pedro me abrazó y me llenó de besos.
- La vas a romper, porque sos la mejor. –Dijo mientras me abrazaba.-
- Gracias por estar conmigo, por entrenarme, por quererme, por todo.
- Es un placer enorme. –Se separó un poco de mí y me besó.- De verdad.
- Te quiero. –Dije muerta de vergüenza.- Hace mucho y de verdad.
-Me besó, suavemente.- Yo también te quiero hermosa. –Sonreímos y volvimos a
besarnos.- Pero si te sigo besando, voy a sacarte todo el maquillaje.
-Reí.- Me lo retoco… -Lo besé.- Igual, tengo que irme a cambiar.
- ¿Te dejo sola?
- Voy al baño, quedate acá. Si te vas me desmayo de los nervios.
- ¿Tanto?
- Te juro. –Reí.- Es la primera vez que estoy en una competencia nacional, y
encima en la final.
- Eso es porque sos grosa.
-Sonreí y le dí un beso.- Voy a cambiarme.
- Dale.
Me cambié, teniendo cuidado del vestuario, pero tratando de apurarme porque
necesitaba sentirlo cerca.
Caminé hasta donde estaba él y me senté sobre sus piernas, sin pedirle permiso.
- Estás temblando Pau.
- ¿Cuánto falta?
- Diez minutos.
- ¿Y voy a sobrevivir?
-Rio.- Obvio que sí, porque sos la mejor. Ya te lo dije. –Me besó.-
- Vos sos el mejor, estoy acá por vos. –Lo besé y nos sonreímos.-
- ¿Te pongo los patines?
- Obviamente, no es día de romper cábalas. –Reímos.- Igual, quiero elongar un
poco antes. ¿Tengo tiempo?
- Sí, tranqui.
Calenté un poco mis músculos, aunque ya lo había hecho antes también.
Luego, me senté a su lado y él se encargó de ponerme los patines, era una
cábala desde siempre.
- Ahora sí… -Dijo y me dio la mano, para que me levante.-
- ¿Vas a estar ahí?
- ¡Obvio! ¿Qué pregunta es esa?
-Reí.- No sé. –Y lo abracé.- Pero te necesito cerca, tengo mucho miedo y muchos
nervios.
- Vos solo pensa en lo que amas hacer esto, es lo único que tiene que
importarte.
-Sonreí.- Gracias.
-Se separó un poco de mí y me besó.- ¡Rompela!
Volvimos a abrazarnos y a besarnos, para después salir al salón. Estaba por
comenzar.
Nos ubicamos una al lado de la otra y entraron los jueces, junto con un
conductor.
Hicimos algunos saltos y en cuarto lugar, nos pidieron el mismo con el que me
había lesionado. ¡La puta madre!
Lo busqué a Pedro con la mirada y leí sus labios.
- Tranquila que sos la mejor.
-Sonreí y suspiré.- Te quiero.
- Yo a vos.
Sonreí e intenté concentrarme, era mi sueño, era lo que amaba hacer. ¡No podía
ser que un simple miedo me arruine esto!
Logré hacerlo y las demás pruebas que nos habían pedido también… Luego, nos sentamos
junto a nuestros entrenadores para observar las rutinas de las participantes.
Estaba en el escenario la que venía antes que mí.
- Seguridad, confianza y conocimiento. –Dijo en mi oído.-
-Sonreí.- Lo sé.
- ¿Te duele el pie?
- No, para nada.
- Entonces olvídate de todo y disfrutalo.
- Es lo que voy a hacer.
Me llamaron y él besó sentidamente mi mejilla, luego me levanté y me acerqué al
escenario.
Estaba nerviosa, como nunca en mi vida… Pero, a medida que pasaba la música y
los movimientos, había podido tranquilizarme y disfrutar de cada movimiento.
Patinar era mi vida.
Sii! Tiene que ganar. No puede fallar con el ahi presente ♥
ResponderEliminarchannn ☺
EliminarTiene que ganar.. Me encanto! ❤
ResponderEliminargracias!♥
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