- Buen día mi amor. –Dije acariciando su espalda.-
- Mmm… Buen día. –Dijo refregando sus ojos.- ¿Qué hora es? Qué raro que no te hayas ido.
- Son las diez de la mañana y te dije que hoy me quedaba con vos.
- ¿Justo hoy?
- ¿Por qué decís eso?
- Sigo con ganas de mandarte a la mierda.
- ¿Por eso dormimos juntos?
-Rio.- No sé por qué dormimos juntos.
- Yo sí lo sé.
- ¿Por qué?
- Porque nos amamos.
- Ponele. –Dijo levantándose.- ¿Queres desayunar?
- Si vos queres.
- Ahora preparo café y traigo unas galletitas.
Paula se levantó y como se fue al baño, yo me encaminé hacia la cocina y comencé a preparar el desayuno.
- No hacia falta. –Dijo acercándose.-
La abracé por la cintura y le dí un beso.
- No me gustó ni un poco lo que me dijiste anoche.
- A mí tampoco, pero es lo que siento.
- Bueno, por eso… -Dije acomodando su pelo.- Quiero poder revertirlo.
- Sabes muy bien que tenes que hacer para revertirlo.
- Y vos sabes muy bien que ella está enferma.
- ¿Yo no?
- No es lo mismo gorda.
- Siempre la pones a ella encima, que lo mío sea psicológico y lo de ella físico no nos hace estar en distintos niveles eh.
- Se está muriendo Paula.
- Y yo también, solo que vos no lo notas.
Se separó bruscamente de mí y se puso a batir café.
- No, para un poco. –Dije parándome detrás de ella y sacándole la taza de su mano.-
- ¿Qué pare que?
- Con esto gorda, para. –Dejé la taza en la mesada e hice que ella se diera vuelta.-
- Vos no lo notas, pero yo todos los días me apago un poco. –Suspiró.- Lo que tengo no es joda y lo sabes muy bien.
Yo suspiré, asintiendo.
- No es un capricho, vivo a base de pastillas que dentro de poco me alivianan un poco todo, pero sabes muy bien lo que me pasa… Sabes muy bien que me enamoré de vos y si no hubiese sido correspondido, está bien, me la bancaba… ¡Pero vos también hiciste que me enamore de vos! Y para colmo, me haces creer que vos estás enamorado de mí cuando no es así.
Y no la dejé seguir hablando, porque la besé.
- Estoy perdidamente enamorado de vos.
- Yo no siento que sea así.
- Me siento entre la espada y la pared, todo el tiempo.
- Perdón, pero no soporto más esto y si no te presiono no se va a terminar nunca.
- ¿Qué queres que haga?
- ¡Que la dejes Pedro!
- No puedo.
- ¿Entonces me haces mierda a mí? ¿Ves lo que te digo? Si estuvieses enamorado de mí, me cuidarías un poco más.
Paula se dio vuelta y comenzó a buscar cosas en su alacena.
- ¿Qué haces?
- Tranquilo que solo estoy buscando mis pastillas, no vas a tener que bancarte ningún ataque si es lo que te preocupa.
Se tomó sus pastillas y se fue a la habitación.
Caminé algunos pasos hacia atrás y dejé que mi cuerpo se apoyara contra la pared cuando comencé a escuchar ruidos en la habitación, suspiré y corrí hacia allá.
Paula estaba desarmando la cama desesperada, acabo por sacar el colchón de la cama y casi rompe una lámpara. Me acerqué a ella con cuidado y la atajé en mis brazos antes de que cayera al suelo.
- Tranquila gorda, tranquila. –Dije abrazándola y acariciando su pelo.-
- ¡Andate Pedro! ¡Andate!
- Sabes muy bien que no te voy a dejar sola estando así. –Besé su frente.-
- Me haces mierda.
- Si cuando te tranquilizas queres que me vaya, me voy… Pero así no te voy a dejar porque te podes lastimar, no seas terca. Dale.
Ella no dijo más nada, yo acomodé el colchón en la cama con una de mis manos e hice que nos acostáramos allí, estando abrazados.
Paula pasó horas (en sentido literal) llorando y temblando.
- Perdón. –Dijo sentándose.-
- No, no tenes que pedir perdón. –Dije sentándome también y sequé sus lágrimas.-
- No sé cómo seguís aguantándome.
- Porque te amo con locura gorda.
-Suspiró.- Voy a lavarme la cara y vengo.
- ¿Vas sola?
- Sí, tranquilo.
Se levantó y se fue, yo acomodé un poco y la esperé allí.
- ¿Queres comer algo? –Le pregunté.-
- Sí, y seguro vos morís de hambre.
- ¿Te quedas acá que preparo algo?
- Si queres te ayudo.
- No, dale… Quedate acá, ya vengo.
- Está bien, gracias.
-Besé su frente.- Nada que agradecer.
Preparé unos sándwiches con unos vasos de gaseosa y fui hasta la habitación, comimos casi en silencio y luego ella se acostó.
- Perdón, no te mereces esto tampoco. –Me dijo.-
Hice que apoyara su cabeza en mis piernas y comencé a jugar con su pelo.
- Yo te prometo que voy a hacer todo lo que sea necesario para que dejes de sentirte así.
- Mientras siga siendo la segunda.
- Voy a hablar con María.
- Me dijiste eso muchas veces…
-Suspiré y acaricié su frente.- Pero, no quiero que sigas sufriendo así.
- ¿No te da miedo?
- ¿Qué?
- Que alguna de las dos termine peor…
- Ella está contenida por su familia.
- Pero, vos sos su novio.
- Un novio que no la ama y está con ella por… Lástima.
-Suspiró.- Es muy horrible esto Pedro.
- ¿Me das un tiempo? Yo te prometo que voy a solucionar todo.
- Repito: escuché esto muchas veces.
- Pero nunca me dijiste todo lo que a vos te pasa.
- Creí que lo habías notado solo.
- Seré muy poco perceptivo, porque de verdad que no.
- No confío mucho en que haber hablado cambie las cosas.
- ¿En mí no confías?
- Eso intento, te juro.
- Intentalo una vez más, esta vez no voy a defraudarte.
- Eso espero.
-Besé su frente.- Te amo gorda, con todo mi alma. –Besé su nariz.- Así, tal cual sos.
- ¿Estás segura de que amas a una enferma como yo?
- A una mujer como vos.
- Soy más nena que mujer.
- No mi amor, no.
- Yo me siento así, no puedo controlar lo que me pasa y eso le pasa a uno cuando es chico.
- Mmm… No me parece que sea así, somos humanos y todos tenemos un momento en donde no podemos controlar nuestras emociones.
- No como yo.
- Vos tenes un problema.
- Una enfermedad.
- Como quieras llamarlo, pero que tarde o temprano vas aprender a controlar.
- Llevo interminables años así.
- ¿Me contestas con sinceridad algo?
- Sí.
- Vos crees que si de verdad yo arreglo las cosas y ponele que vivimos juntos… ¿Mejorarías?
- Mi psicóloga dice que sí… Y en cierto punto yo también lo creo. –Hizo una pausa y suspiro.- Igual, no es novedad que no me hace bien esta situación.
- A mí tampoco me hace bien.
- Aún así. ¿Estás seguro?
- ¿De qué?
- De dejarla a ella y quedarte conmigo.
- Muy seguro.
- Conmigo nunca vas a poder ser papá… -Dijo angustiada.-
-
Aquí el segundo capítulo de este corto, espero que les guste y comenten ☺
Recuerden que si quieren que les pase los cortos por twitter, solo tienen que avisarme!