Por fin se hicieron las dos de la tarde y la profesora nos dejó salir… Tal como lo había prometido, corrí hasta aquella esquina y cuando nos vimos, sonreímos.
Él no dijo nada, tan solo nos subimos a su auto rápidamente y me sentía temblar de pies a cabeza. Sus labios buscaron los míos y nos besamos, estábamos bastante alejados de la escuela ya.
- ¿Vamos? –Preguntó.-
-Sonreí.- Dale.
Pedro arrancó y yo no dejaba de mirarlo, abrazaba mi mochila y sonreía cual pelotuda. Tenía ganas de darme varias cachetadas.
- ¿Estás bien? –Me preguntó en un semáforo.-
- Sí, muy bien.
Su mano tomó la mía y sonreímos.
- ¿Vivís muy lejos? –Pregunté.-
- Quince minutos.
- Ah…
- ¿Queres que ponga música?
- Dale.
Suspiré y cerré mis ojos con una sonrisa. Estaba nerviosa, pero quería disfrutarlo.
Llegamos a su casa y bajamos del auto, abrió la puerta.
- Pasa Pau.
Sonreí ante que me diga "Pau."
- Permiso. –Dije entrando.-
- Tranquila.
Entramos a su casa y él cerró la puerta. Sin decirnos nada, me abrazó por la cintura y me arrinconó contra una pared para besarme. Sonreí y lo tomé por sus brazos, abrazándolo también.
Sus labios me recorrieron completa desde mis hombros hasta mi frente.
- No frenes nunca. –Dije.-
- Sos muy linda. –Continuó besando mi cuello y yo lo abracé con fuerza.-
- No puedo creer estar viviendo esto.
-Rio.- Yo tampoco. –Dijo y me miró, para volver a besarme.-
Me levantó del suelo y me llevó así, hasta el living. Me dejó caer en el sillón y se tiró sobre mí.
- Me encantas, pero para un poco. –Le dije.-
- ¿Por qué?
Me senté, molesta.
- No vine acá para que te saques las ganas.
- ¿Eh?
- Eso, no voy a servir solo para que cumplas la fantasía de cojerte a una colegiala.
- ¿Y para qué viniste?
- ¿Qué? ¿Yo soy solo eso para vos?
- No, te juro que no. –Suspiró.- Pero creí que estaba claro.
- ¡Me voy! –Dije y me levanté, enojada.-
- Hey, hey. ¡Para! –Me siguió y me tomó por los hombros.- Perdón.
- Me quiero ir Pedro. –Dije con lágrimas en los ojos.-
- No, no te vas a ir así.
Se paró delante de mí y me abrazó.
- Perdón, perdón. Soy un calentón de mierda.
- No es que no quiera. –Suspiré y escondí mi cara en su hombro.- No te rías con lo que te voy a decir.
- ¿Qué? ¿Qué pasa?
- Soy virgen Pedro. –Dije muerta de vergüenza y quise salir corriendo, pero me frenó.-
- Para, para.
- Me quiero ir, de verdad.
- ¿Por qué?
- Me equivoqué en venir.
- No digas eso.
- Es la verdad, vos sos un hombre grande y yo una pendeja. Esto tendría que haber quedado solo en mi mente.
- No quiero que te vayas.
- No vas a cojerme.
- No es por eso.
- ¿Y por qué es?
- Porque me gustas Paula.
-Suspiré.- Para llevarme a la cama.
- No, no. ¡Perdón! Reaccioné mal, me fui de mambo.
Me senté en el sillón otra vez y escondí mi cara en mis manos.
- Te juro que quiero, pero no ahora.
- Está bien, no quiero presionarte. –Quitó mis manos de mi cara y acomodó mi pelo.-
- Soy muy pendeja para vos.
- No, no pienses así.
- No quiero que te tengas que fumar algo que no queres, es obvio que vos quieras estar en la cama con la mina que te gusta… Si es que te gusto.
- Sí que me gustas, me encantas. –Me besó.- Y eso no es lo único que me importa. –Volvió a besarme durante un largo rato, lo cual logró tranquilizarme.- ¿Queres comer algo?
-Sonreí.- Dale.
Pedro pidió una pizza y estábamos en el living, comiendo.
- Perdón.
- No pasa nada, ya está. No quiero pensar en eso. –Le sonreí.-
- ¿Segura?
- Sí. –Dejé a un lado mi vaso y me acomodé, frente a él.- Contame algo de vos.
- ¿Algo como qué?
- No sé, de tu vida… Vos sabes cosas sobre mí, pero yo sobre vos no.
- ¿Qué queres saber?
- ¿Estás en pareja?
- No.
- ¿Seguro? No me voy a enojar.
-Rio.- Seguro.
- ¿Y alguna vez estuviste enamorado?
- Creo que no. ¿Vos?
- Creo que sí.
- ¿De quién?
- No importa.
- ¡Dale!
- De vos. –Dije muerta de vergüenza y suspiré.-
- ¿En serio?
- Me estoy yendo al pasto.
- No, no. ¡Me encanta lo que me decís!
- ¿De verdad?
- Sí, vos me encantas. –Besó mi mano y sonreí.-
- Tengo miedo.
- ¿De qué?
- No, de nada. –Suspiré.-
- Dale, decime.
- Miedo de esto.
- ¿Por qué?
- Porque tengo miedo de quererte mucho más de lo que vos me queres a mí, no es un reproche eh.
- ¿Y qué es?
- Lo que me pasa. –Reí.- ¿Te gustó lo que te escribí?
- Mucho.
- ¿De verdad?
- Sí, me da mucha ternura que me quieras así.
-Reí.- ¿Si te pregunto algo me lo respondes siendo sincero?
- Sí, obvio.
- ¿Vos me queres, al menos un poquito?
- Te quiero, mucho más que un poquito… Sino, no estaría acá con vos.
Sonreí y me besó. Me sentó en sus piernas y nos seguimos besando durante un largo rato.
- Pau… -Corrió el pelo de mi hombro.-
- ¿Qué?
- Vos también me gustas hace mucho tiempo.
- ¿En serio?
- Sí, cuando pasé todo el verano sin saber de vos me di cuenta que lo que me pasa con vos, es en serio. –Sonreí y lo besé.- Me hace bien tenerte cerca.
- Vos me haces bien a mí. –Volvimos a besarnos y sonreímos.-
- Voy a esperarte.
-Sonreí.- Me muero porque sea con vos, creo que por eso nunca estuve con nadie. Te esperaba esperando a vos. –Lo besé.-
- Sos muy linda.
- No quiero sonar como idealizadora, pero me encantaría que esto no sea efímero.
- Algo pasa entre nosotros, los dos lo sabemos.
- Sí.
- ¿Entonces? Tranquila, no pienses en eso.
-Reí.- Perdón, no quiero ser pendeja.
- Me gustas como sos, no tenes que actuar nada.
-Sonreí.- Sos un tierno. –Lo besé.- Pero se está por largar a llover.
- ¿Y?
- Tendría que volver a mi casa…
- No, no te vayas. –Me abrazó con fuerza.-
-Reí.- Si llueve, me voy a empapar.
- Quedate, por favor… Cualquier cosa yo te llevo.
- ¿Seguro?
- Sí, dale.
-Sonreí.- Bueno, está bien. –Me besó y sonrió.-
Lo ayudé a lavar lo que habíamos usado para comer y se escuchó un trueno demasiado fuerte.
- ¡La puta madre! –Dije.-
-Rio.- Tranquila, es solo lluvia.
- Me da miedo.
- No pasa nada che. –Me abrazó por la cintura y yo reí.-
- Bueno, me dan miedo.
- Yo te cuido… -Dijo besando mi cuello y yo sonreí.-
- Bueno, eso me gusta.
- ¿Sí?
- Sí. –Le sonreí y nos besamos.-
Se largó a llover y lo ayudé a cerrar una ventana que se había trabado, reímos porque quedamos los dos empapados.
- Estás helada. –Dijo tocando mi brazo.-
- Me empapé. –Reí.-
- ¿Nos cambiamos?
- No tengo ropa.
- Te presto.
- ¿Tenes ropa de mujer? –Reí.-
- No, pero algo mío.
- Mejor llevame a mi casa.
- ¿No queres quedarte?
- No, no es eso.
- No vamos a hacer nada que vos no quieras.
-Sonreí.- Sos muy lindo. –Lo besé.-
- ¿Te quedas?
- Mmm... Sí, dale.
Nos besamos y él se fue al cuarto.
-
Hola a todos! Por acá dejo la cuarta parte y ya quedan poquitas... Me alegro de que les esté gustando y sepan que mientras más comenten los capítulos, más activo va a estar este blog ☺.
En un rato, subo el adelanto del próximo capítulo por acá: https://instagram.com/fanficspyp/
Qué tengan un buen finde largo.☺
Me encanto!! ♥♥♥
ResponderEliminarahhhi q tierno q es Pedro, y q bueno q entendio a Paula.... aahiii se quedo a dormir muero por saber q paso.. Muuuy Pero Muuuy bueno el cap Cami..
ResponderEliminaramo esta historia
ResponderEliminarMe muero de amor..❤ me encanta
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