martes, 8 de diciembre de 2015

Mangas largas VI.


El tiempo pasó, desde ese día que me había animado a hablar…

Cuatro meses exactos.

- Mi amor… -Dije acercándome a él que estaba en mi living.-
- ¿Qué Pau?
- ¿Me acompañas a hacer algo?
- ¿Qué?
- ¿Me acompañas? –Le pregunté otra vez, dándole mi mano.-
- Sí, obvio.

Se levantó y lo hice caminar detrás de mí, fuimos hasta la cocina de donde saqué una bolsa y luego nos dirigimos al baño.

- No te entiendo Pau.
- Vos solo quedate conmigo.
- ¿Qué pasa?
- Que sola no puedo. –Suspiré.-

Abrí el cajón donde tenía todos esos elementos cortantes y los saqué, uno por uno.

- Con esto lo hacía, o lo hago, o ya no sé. –Dije mirándolo.- No quiero tenerlo más acá.
-Sonrió y me besó.- Está perfecto eso.
-Suspiré y abrí la bolsa, tirando uno por uno allí. Cerré la bolsa y me aflojé.- Listo.
- No, todavía no. –Me dijo.-
- ¿Por qué?
- Ahora veni vos conmigo.

Me llevó de la mano hasta donde tirábamos la basura cada uno de los de mi piso del edificio.

- Dame la mano. –Me dijo.-

Con nuestras manos unidas, dejamos la bolsa allí y cerramos con fuerza el agüero. Él no me dijo más nada y me abrazó.

- Gracias. –Le dije.-
- Nada que agradecer, estoy muy orgulloso de vos. –Dijo haciéndome caminar hacia atrás.-
- Vos me ayudaste muchísimo. –Y entramos a mi departamento.-
- Pero vos lo hiciste.
- Sola no hubiese podido.
- ¿Hace cuánto no te lastimas?
-Suspiré.- Hoy hace un mes.
-Sonrió y me besó.- Me hace muy bien saberlo.
-Sonreí.- A mí me haces bien vos. –Lo besé y nos abrazamos.- Gracias, de verdad.
- Te amo tanto. –Besó mi cuello y sonreí.-
- Te amo mi amor.

Nos separamos un poco y nos besamos.

Ir a las sesiones me destruía, remover todo eso otra vez me hacía mierda… Pero me di cuenta que sacándolo todo afuera, que exteriorizando lo que me pasaba, podía comenzar a sanar.

Claro que fue y es un proceso demasiado complicado, pero hoy hace un mes que no me hago daño.

Pedro prácticamente vivía en mi casa y estábamos por quedarnos dormidos.

- Pau. ¿Te puedo hacer una pregunta?
- Sí.
- A pesar de haber dejado de lastimarte... ¿Te seguís odiando como antes?
-Suspiré.- Es una pregunta difícil de responder.
- ¿Por qué?
- Porque no sé, aunque creo que no.
- ¿Te estás dando cuenta, por fin, que sos hermosa?
-Sonreí.- No sé si tanto.
- Sí, tanto. –Me besó.-
- Para, de verdad… Me estoy dando cuenta que no soy tan mierda como pensaba.

-Acarició mi mejilla.- Te cambió la mirada.

- ¿De verdad?

- Sí, esos ojitos tristes ya no están.

-Sonreí.- Me salvaste. –Lo besé.-
- No, no fui yo.
- Sí, fuiste vos.
- No, para mí no. Sola no hubiese podido y lo sé muy bien.
- Yo solo te di la mano.
-Lo llené de besos.- Hoy hice algo raro.
- ¿Qué cosa?
- Me compré una remera de color. –Reí.-
- Ah, bueno… ¡Me muero por verte con eso!
-Volví a reír.- Y me parece que voy a hacer otra cosa.
- ¿Qué?
- Me compré una crema para las cicatrices, eso es una boludes en realidad, porque las marcas las voy a tener siempre…
- ¿Pero qué vas a hacer?
- Teñirme, aclararme el pelo. ¿Me quedará bien?
- Hermoso te va a quedar.
-Sonreí.- ¿De verdad?
- Sí… -Acarició mi pelo.- Pero te lo tenes que soltar un poco.
- Lo sé, es una excusa para sacarme el rodete. –Reí.-
- Me encanta, me encanta.
- Quiero verme mejor también, no solo estarlo.
- Está perfecto, yo te apoyo en todo… Hasta que te quieras hacer un arcoiris en la cabeza.
-Largué una carcajada.- Sos un tarado.
- Respeto che.
- Bueno, bueno. –Lo besé.- Vos mañana tenes que trabajar.
- Y vos que ir a la universidad.
- Es la última semana. –Suspiré.-
- ¿La semana que viene rendís?
- Sí, nunca rendí tantos finales.
- ¿Pero viste qué ibas a poder?
-Sonreí.- Regularicé todas las materias, es una locura.
- Solo tenías que confiar en vos.
-Lo besé.- Vos confías en mí y eso me hace confiar en mí misma.
-Sonrió y me besó.- Tengo un plan.
- ¿Cuál?
- Después de que termines de rendir… Puedo pedirme unos días en el laburo y nos vamos a algún lado, bien lejos, a pasar año nuevo juntos. ¿Queres?
-Sonreí.- Me encantaría. Hace años que no festejo.
- Creo que esta vez tenes motivos para festejar. ¿No?
- Muchísimos. –Nos besamos.- Pero dale, dormí nene.
- No me dejas.
- ¿Yo no te dejo?
- Me estás besando y no puedo negarme.
-Reí y le di un beso.- Listo, ahora dormí.
- Mmm…
- ¡Dale!
-Rio.- Bueno che, no me retes. –Reímos y nos dimos otro beso.-

Yo apagué la luz y nos acomodamos para dormir.

- Que descanses Pepe.
- Vos también Pau.

Cada noche que me dormía sin llorar sentía que era un logro. La noche era mi momento preferido para hacerme daño y siempre que pasaba un día limpia de heridas, me dormía con una sonrisa… Y más, si él estaba a mi lado.

Mi alarma sonó y Pedro ni se enteró. Reí y me acosté sobre su cuerpo.

- Buen día señorito. –Dije llenándolo de besos.-
- Mmm…
- Dale que vamos a llegar tarde.
- Si llegar tarde es consecuencia de que mi mujer me llene de besos, poco importa.

Sonreí muerta de amor y llené de besos su cara y su cuello. Me abrazó y reí.

- Pepe, en serio. ¡Despertate!
-Rio.- ¿Desayunamos juntos?
- Obvio, dale.
- Ya voy.
-Reí.- Voy al baño, cuando vuelvo tenes que estar levantado.
- Okei, okei.

Le di un último beso y me levanté para buscar mi ropa y fui al baño. Me cambié, con mi remera nueva, y me acomodé un poco. 

Cuando salí del baño, era obvio, Pedro seguía acostado.

- ¡Pedro! –Dije agarrando una almohada.-
- ¡Paula! –Dijo haciéndome burla.-

Sin decir nada, comencé a golpearlo con la almohada.

- Abrí los ojos por lo menos.

Pedro me miró y sonreí.

- Pero qué linda estás.
-Sonreí.- Te espero en la cocina. Cinco minutos te doy.
- Bueno.

Reí y me fui a preparar el desayuno, él me sorprendió abrazándome por la espalda y besando mis hombros.

- Buen día. –Dijo.-
- Buen día remolón. –Respondí riendo.-
- Estás muy linda.
-Sonreí.- Gracias mi amor.

Desayunamos juntos y luego fuimos hacia la parada, ya que él trabajaba cerca de mi universidad y viajábamos juntos.

- Qué tengas un buen día. –Me dijo en la puerta de la universidad.-
- Gracias, vos también. –Sonreímos y nos dimos un beso.-

Y nos separamos, para cada uno seguir su día.





3 comentarios:

  1. Tiro todo eso y con la ayuda de Pepe va a mejorar aun mas. Abrirse con el sobre lo que le paso ya habia sido un gran paso, y esto es otro paso gigante mas. Juntos van a lograr superar esto que atormenta a Paula.

    ResponderEliminar
  2. Que bueno que se esté recuperando!!!

    ResponderEliminar
  3. Que bueno que se esté recuperando!!!

    ResponderEliminar