jueves, 7 de abril de 2016

Vuelvo a vos V.

Estábamos los dos muy concentrados en nuestro trabajo cuando se cortó la luz… Y que se corte allí la luz, no era simplemente eso. Había un sistema de seguridad para que nadie pudiera acceder a la información, las puertas de todas las oficinas se trababan. Sí, estábamos encerrados. Encerrados sin poder trabajar y muertos de calor porque era pleno verano.

- Relajate che.
-Rio.- Sabes que el calor me pone de mal humor.
- Digamos que no es la mejor situación del mundo, pero capaz nosotros podemos hacerla interesante. –Dije y mordi suavemente su oreja.-
- Estamos en el trabajo Pedro.
- ¿Y?
- No da.
- Mmm… Por favor. –Y volví a enloquecer su oreja.-
- Pedro, dale.
- Paula, dale. –Dije haciéndole burla y ella rio.-

Hice que se sentara en el escritorio y me paré delante de ella, dejando que sus piernas rodeen mi cintura. La besé y busqué su lengua con la mía.

- No te das una idea de cuanto te extraño. –Dije sin dejar de besarla.-
- Te estás pasando Pepe.
- ¿Sí? –Pregunté acariciando su zona más íntima con mis dedos, ya que llevaba puesta una pollera cortita de jean.-
- Al carajo te estás yendo.
- Mmm… -Y volví a hacerlo, esta vez ejerciendo más presión.-
- No podes negarte.
- ¿No?
- No… -Y continué acariciándola, mientras la besaba.-
- Acá no. –Me dijo.-
- ¿Y en dónde?
- En el baño.
- Mmm… Bueno, está bien. -Reímos.-

Hice que se subiera a mi cuerpo y la llevé colgada al estilo koala hasta el baño. La trabé contra la pared, ejerciendo presión de mi cuerpo sobre el suyo y la besé.

- No puedo creer que seas tan hermosa. –Dije llenando de besos su cuello.-
-Sonrió.- Yo no puedo creer que nos hayamos encontrado.

Me separé un poco de ella y la miré a los ojos.

- Ojala no nos separemos nunca más. –Le dije.-
-Sonrió.- No sé si lo soportaría otra vez, pero ahora… ¡Besame!

Yo hice caso a su pedido y la besé, visitando toda su boca con mi lengua. La dejé en el suelo y seguimos besándonos. Quitó mi remera y subió con sus dedos desde mi cintura hasta mi nuca, para intensificar aún más aquel beso.

Mordió mi labio inferior y tironeó suavemente de él, yo reí y levanté su pollera, para presionar su cola con mis manos y acercarla más a mí. Volví a besarla y ella me hizo quedar contra la pared a mí.

Sus labios bajaron con besos muy húmedos por la piel de mis hombros, de mi pecho y de mi abdomen. Quiso quitarme el pantalón, pero no la dejé. Quité su remera y besé su cuello para bajar por sus clavículas y quitar su corpiño. Ni bien pasé mis manos por ellos, vi sus pezones endurecerse y sonreí. Sus manos se posaron en mi nuca y me obligaron a perderme allí, claro que yo lo hice con mucho gusto.

Mis labios y mi lengua recorrieron la piel de sus pechos y se concentraron un largo rato en cada uno de sus pezones, mientras ella suspiraba cada vez con más fuerza.

Quité su pollera y sus sandalias. La miré de arriba abajo y realmente no podía ser tan hermosa.

Hice que quedé de espalda, apoyando sus brazos en la pared. Me deshice de su última prenda e hice que separara un poco sus piernas. Llené de besos su cola y mis dedos comenzaron a acariciarla, escuchaba sus gemidos llenos de placer y con tan solo eso, me volvía loco.

- No frenes. –Dijo mientras yo sentía su piel arder.-

Subí con besos por toda su espalda hasta quedar en su oído.

- ¿No freno?
- Por favor no. –Suplicó.-

Yo sonreí y continué moviendo mis dedos, hasta que supe que no daba más y la besé hasta que se tranquilizó. Su piel transpiraba como yo creo, pocas veces.

- Me vas a volver loca Pedro.
-Sonreí.- Es la idea, volverte loca y que seas mía. –Le respondí ejerciendo presión de mi cuerpo contra el suyo.-
-Suspiró y me besó.- ¿Puedo yo ahora?
- Te mato si no lo haces.

Paula rio y terminó de desnudarme.

Sus manos comenzaron muy lento y con el correr de los minutos, tomaron velocidad. Realmente me volvía loco, sentía mi cuerpo en sus manos. Mi piel transpiraba y una sensación de placer muy verdadera me recorría el cuerpo.

Mientras seguía con sus manos, sus dientes comenzaron a mordisquear mi abdomen y yo reí.

- ¿Tan mala soy que te reís?
-La miré.- Sos increíble.
- Mmm…
- ¿Acaso no lo sentís?

Y sí, claro que lo sentía… Y creo que lo notó.

Al igual que lo hice yo, me besó mientras yo trataba de tranquilizarme y se quedó mirándome.

- Te amo Pedro. –Dijo susurrando en mis labios.-
- Te amo Paula. –La aferré a mi cuerpo y la besé.-

Luego de varios minutos de besarnos, se separó un poco de mí y me miró seria.

- Decime que tenes un forro.
-Reí.- Obvio nena. ¿Tan tarado pensas que soy?

Paula rio y lo busco en mi pantalón, me lo puso y se quedó frente a mí.

- ¿Seguí siendo igual qué antes?
- ¿Con qué?
- Te gusta que el otro tome el control.

Paula rio y asintió. Yo la arrinconé contra la pared y la besé.

- No des más vueltas Pedro. –Dijo suplicando.-
-Reí.- Sos tan hermosa. –Dije y mordí su nariz.-
- E impaciente, sobre todo cuando es con vos.
- Te amo. –Dije y la besé.-
- Te amo.

Nos besamos y accedí a su pedido. Después de muchos años, volvimos a unirnos sin que nada más nos importara.

-

Me cambié y salí del baño, tratando de que mi cuerpo no denotara que acababa de garchar en el baño. (Aunque sí, se notaba)

Seguíamos sin luz y por lo visto, teníamos para largo. Me senté en mi silla y Pedro se sentó frente a mí.

Nos miramos riendo y unimos nuestras manos.

- ¿Qué pasa Pepe?
- Nada, no puedo dejar de mirarte. ¿Está mal?
-Reí.- No sé a quién hay que agradecerle, pero habernos reencontrado es hermoso.
- Te amo. –Dijo y me besó sobre el escritorio.-
- Te amo.

Nos besamos y reímos.

Me senté sobre sus piernas y volví a besarlo.

- No me sueltes, por favor.
- Nunca más Pauchi.
- La pasé muy mal cuando nos separamos.
- Yo también.
- Te odié mucho. –Reí.-
- Ay, no. ¡Qué mala!
- Nunca entendí mucho.
- Yo tampoco, pero eso ya no importa.
- Es cierto.

Lo abracé por el cuello y suspiré.

- ¿Estás bien?
- Sí, muy bien. –Reí.-
-Acarició mi espalda.- Sos hermosa. ¿Ya te lo había dicho?
-Reí.- Vos sos hermoso. –Besé su cuello.-





-


Mañana el último capítulo... ♥

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