viernes, 29 de abril de 2016

Tiempo.

¿Existe algo más relativo que el tiempo? Yo creo que no. Lo que sí creo, es que lo percibimos según las emociones.

Una clase teórica de un tema que no nos importa es eterna. Una charla con nuestra mejor amiga, se pasa enseguida.

Lo que para mí se pasa en un suspiro para vos puede ser una eternidad y viceversa.

Para alguien que está feliz, un año puede pasar volando... Para quien está triste, un año puede ser mucho más que una eternidad.

La tristeza hacen que el tiempo sea eterno. Extrañar hace que los segundos parezcan horas. 


Sentir la angustia en cada parte del cuerpo convierte al tiempo en una agonía.

Me cuesta entender cómo es que si el tiempo siempre dura lo mismo, podamos percibirlo de maneras tan diferentes.

Desde ese día... El tiempo es eterno.

- ¿No hay vuelta atrás? -Le pregunté en medio de un llanto que me impedía respirar.-
- No, no insistas Paula.
- ¿Por qué Pedro? ¿Por qué? -Grité llena de bronca.-
- No quiero decirte cosas que te hieran.
- ¿Y vos crees que dejarme no es herirme?
- No quiero herirte más.
- ¡Necesito entender Pedro!
- Lo mejor es separarnos, que cada uno siga su camino.
- ¿Lo mejor para quién? Quizás para vos, porque para mí no. ¡Yo te amo Pedro! ¿Lo entendes a eso?
- Bueno.
- ¿Bueno qué nene? -Y la bronca aumentaba con el correr de los segundos.- 


También es muy loco como una emoción puede tomarnos el cuerpo en menos de un segundo.

Podemos pasar de la alegría a la tristeza en una décima de segundo y también al reves. Ahí no importa el tiempo, solo importa lo que te pasa.

Y eso que te pase va a interferir en la sensación que tengas del tiempo, porque como ya dije, si estás feliz el tiempo se te escurre entre los dedos, ahora si estás triste, las agujas del reloj parecen estar pesadas. ¡No se mueven!


- ¡No importa Paula!
- ¡Necesito saber! ¡Necesito entender!
- No te amo más, es eso...

Y me lo dijo así, sin ni siquiera un poco de dolor en su mirada. 


- ¿Hice algo mal Pedro? ¡No entiendo!
- No, no es culpa tuya.
- ¿Qué? ¿Conociste a otra?
- No, no te enrosques.

La verdad es que en ese momento me desconocía y el vaso de agua que tenía sobre la mesita ratona, lo tiré contra el piso haciendo que el vidrio se estallara y tomé uno de los trozos más grandes.

Las lágrimas brotaban sin piedad de mis ojos.

La angustia y la bronca en el pecho no me dejaban respirar.

El cuerpo me temblaba. Veía nublado.

- ¿Tan mierda sos nene? ¿Tan poco te importo? ¿Tanto me usaste?
- ¿Podes calmarte un poco Paula?
- ¡No!

Grité y golpeé con la pared con mi mano, en la que tenía el vidrio.

No sé cuántos cortes me hice al presionarlo dentro de mi mano para formar el puño y luego golpeando la pared, pero mi mano era un río de sangre.

Pedro se quedó mirándome unos segundos y cuando reaccionó, buscó un repasador de la cocina e intentó vendar mi mano.

Sin decir nada, me sacó del departamento tomándome de los hombros y me llevó a un hospital.

Capaz, muy en el fondo, un poco de lástima por mí le quedaba.

Me curaron la mano y me dieron un tranquilizante por suero, también durmieron mi mano con anestesia para poder coserme y como estaba con una crisis nerviosa, iban a dejarme internada hasta el día siguiente.


Después de un par de horas, en las que había logrado tranquilizarme con la ayuda de todo lo que tenía el suero, Pedro ingresó en la habitación y nuevamente mi cuerpo enloqueció.

- ¡Andate Pedro! -Dije agitada.-
- Necesito hablar.
- Y yo necesito que te vayas. -Dije tratando de evitar su mirada.- ¡Por favor!
- Pau...
- ¡Andate! -Le grité y lo miré por primera vez.-

Él asintió con lágrimas en los ojos y se fue de la habitación.

¿Yo? Largué a llorarme otra vez, como una nena... Acababa de terminarse lo que me mantenía viva.

Y es desde ese momento que el tiempo se me hace eterno. Las horas no pasan nunca y los días son agobiantes.

Esa fue la última vez, justamente un año atrás y todavía no había podido aprender a vivir sin él.


Todavía lloraba todas las noches extrañándolo. Todavía tomaba anti-depresivos y ansiolíticos para intentar sobre llevar el día a día. Las cicatrices en mi mano me lo recordaban todo el tiempo, ese tiempo tan eterno.

Para él solo fue un "no te amo más" pero, para mí, fue el derrumbe de un edificio sobre mí y no... Todavía no había podido salir de los escombros. 

-

Pasada fugaz por aquí. Sinceramente, no sé de donde salió esta historia, pero espero que les guste y que comenten si quieren que el blog siga activo. Si comentan, a fines de la semana que viene (cuando termino de rendir parciales) subo un corto de 7 capítulos.☺

12 comentarios:

  1. Que feooo :(
    Si segui subiendo me encanta como escribis.
    @BelnConti

    ResponderEliminar
  2. Seguí subiendo! Son hermosos todos los cortos que subis! Tanto que dan ganas de que los hagas novela jajj besos!

    ResponderEliminar
  3. Ay :c extraño tus cortos largos Cami ojalá vuelvas prontito con uno :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Voy a intentar, pero la verdad es que no tengo tiempo :/

      Eliminar
  4. Q triste! Sos una genia escribiendo! mimiroxb

    ResponderEliminar
  5. Uf! Tristón!
    Volvé con un corto más arriba sino nos deprimimos todas ja! A ponerle onda a la vida!!! 😉

    ResponderEliminar