sábado, 28 de mayo de 2016

Sola II.


Nos quedamos dormidos y me despertó a besos. Terminamos haciendo el amor. Amaba sentirme su mujer.

- ¿Tus viejos no vienen hasta mañana? –Me preguntó cuando yo venía del baño, ya vestida.-
- No.
- ¿Puedo quedarme?
- Si queres…
- ¿Cómo no voy a querer?
-Reí.- No sé.
- Obvio que quiero quedarme, veni.

Me senté en sus piernas y él me besó.

- Hagamos algo… -Dijo acomodando mi pelo.-
- ¿Algo como qué?
- ¿Vamos al super y compramos para hacer una picada con cerveza?
- Mmm… Dale, compro el plan.
- Hay que ir ahora porque va a cerrar.
- Me da un poco de paja salir con esta lluvia.
- ¿Queres que vaya yo?
- No, te acompaño.
- ¿Segura?
- Mmm… Sí.
- ¿Eso es estar segura?
-Reí.- Bueno eh. –Lo besé y me levanté.- Dale, vamos.

Fuimos a comprar y cuando volvimos no nos quedó otra que cambiarnos, estábamos empapados. Habíamos comprado snakcs, salchichitas, fiambres y cerveza. Preparamos la picada y nos sentamos en el sillón, con la comida en la mesita ratona. Pedro puso música de fondo y comimos.

Cuando terminamos, lavamos todo y me acosté en el sillón. Él estaba en el baño.

- ¿Te sentís bien? –Me preguntó sentándose a mi lado.-
- Sí. ¿Por?
- Como te acostaste.
- Me duele la cabeza.
- ¿La cerveza?
-Reí.- No sé.
- A ver… -Dijo comenzando a hacerme masajes.-
- Cuántas pagarían por tener un novio así. –Le dije riendo.-
- Pero, me tenes vos.
- Y no te merezco.
- ¿Cómo vas a decir eso?
- No sé. Es lo que siento.
- No digas esas cosas, nunca podría estar con una mujer más hermosa que vos.
- Mmm…

Pedro no dijo más nada y pasó un rato haciéndome masajes, luego hizo que me sentara y me besó.

- No pienses esas cosas, no quiero estar con nadie más que con vos y no creo que nadie me merezca tanto como vos.
- Perdón. –Dije encogiéndome de hombros.-
- Te amo… -Me besó.-
- Te amo, con locura. –Lo besé.-

Y sí, me quedé esperando a que me respondiera, pero él solo me besó y prendió la tele, abrazándome.

Me sentía una nena, una idiota. Pero, no soportaba sentir que lo amaba más que él a mí. Se supone que una relación tiene que ser mutua, equilibrada… No así.

O en realidad, nunca sé como son las cosas.

Me levanté sin decirle nada y me fui a mi habitación, allí me puse el pijama y me metí en la cama.

- Pau… ¿Qué pasa?
- Quiero dormir. –Dije sin mirarlo.-
- Podrías avisarme.
- No hace falta que vengas, hace lo que quieras.
- La idea es pasar la noche juntos.
- No sé cual es la idea.
- ¿Por qué decís eso?
- Dejame sola mejor.
- ¿Vamos a empezar otra vez con lo mismo?
- Capaz.

Pedro se sentó detrás de mí y me destapó un poco.

- No te entiendo Pau.
- Deja, yo tampoco me entiendo.

Me tomó del hombro e hizo que quede acostada boca arriba, mirándolo.

- ¿Qué pasa?
- Lo que te dije hoy.
- ¿Qué?
- No quiero que te rías de mí.
- No me voy a reír.
- Es que es una cosa de nena lo que me pasa.
- Pero te pasa y quiero saberlo.
- No sé si importa.
- A mí sí, me importa.

Me senté contra la pared, con mis piernas flexionadas y abrazándolas.

- Es lo que te dije hoy.
- ¿Qué de todo?
- No me gusta amarte más de lo que vos me amas, y no es un reproche… Bah, en realidad sí, pero para conmigo.
- ¿Por qué decís eso?
- ¿No me escuchaste hoy?
- Sí, pero quiero entenderte.
- Es lo que te dije. –Suspiré.- Estoy harta de amar desmedidamente para tapar mis propias falencias y saber que amo más de lo que me aman.
- Perdón si no te doy lo que necesitas.
- ¿Ves por qué prefiero estar sola? ¿No hablar? No quiero que vos te sientas mal por mis mambos.
- Quiero poder ayudarte.
- No sé si alguien puede ayudarme.
- ¿Vos queres que nos separemos?
- No.
- Entonces, dejame que te ayude.
- Yo tengo que aceptar que tengo algo que aleja a todos de mí, vos no tenes nada que ver en eso.
- No es así.
- Sé sincero. ¿Vos no sentís que todo el tiempo me alejo de vos?
- Sí. –Suspiró.-
- Y no es lo que quiero hacer, sin embargo lo hago.
-Acarició mi mejilla.- Yo te amo, como nunca amé a nadie y como no quiero amar a nadie más, quiero todo con vos… Y eso lo sabes. –Asentí.- No quiero estar lejos tuyo, pero no sé si esto te hace bien.
- Yo no estoy bien.
- ¿Por qué no te animas a hacer terapia?
- ¿Para qué?
- Para tratar de mejorar amor.
- No sé. –Me encogí de hombros.-
- ¿Y qué queres?
- Estar sola.
- ¿Por qué te encerras?
- Porque soy así.

Pedro me besó, pero yo lo separé de mí.

- No quiero contaminarte con mi mierda.
- ¿Por qué no me dejas ayudarte?
- Nadie puede ayudarme.
- No seas así de terca.
- Supongo que con todo el tiempo que llevamos juntos ya me conociste, sabes que soy terca.
- ¿Tan poco te interesa cambiar?
- ¿Para qué queres que cambie?
- Para estar mejor.
- Yo no puedo estar mejor.
- No podes porque no queres.
- No sé. –Me encogí de hombros.-
- ¿Te puedo abrazar?

Yo volví a encogerme de hombros y él me abrazó.

- No te escapes, por favor. –Besó mi hombro.-
- Perdón. –Dije escondiendo mi cara.-
- Te amo, muchísimo.
- Yo también te amo. –Suspiré.- Y odio que nunca me retruques los te amo, me siento una nena.
-Rio.- Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo. –Dijo llenando de besos mi cuello.-
- ¿Es mucha molestia que me lo recuerdes más seguido?
- Me vas a matar de amor. –Dijo abrazándome más fuerte.-
- De verdad que lo necesito.
- Así va a ser entonces.
- Gracias y perdón por estos planteos idiotas.
- Nada de lo que te pase me parece una idiotez, nada.
-Sonreí.- Gracias.
- Sh, nada que agradecer…

Se separó un poco de mí y me besó, nos sonreímos y volvimos a besarnos.

- ¿Puedo quedarme o tengo que irme?
-Reí.- Quedate, por favor.






-


Dejo por aquí el segundo capítulo...

4 comentarios:

  1. Ahhhiii q bueno, ya m enganche de nuevo con tu novela ... lei todas en 2 dias.. una locura, lo se ... @peturroalfonsoo

    ResponderEliminar
  2. Que lindo!!! jaajaj cuando no esa Pau vueltera jajaja

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No la quise hacer vueltera, pero capaz no me salió... Es otra cosa la que quería expresar, jaja!

      Eliminar