lunes, 30 de mayo de 2016

Sola IV.


“¿Nos vemos esta noche entonces?”

Suspiré, dudaba demasiado.

“¿Estás seguro Pedro?”

“Siempre estoy seguro de querer verte.”

“¿Y si nos hacemos mal?”

“Nunca me harías mal, jamás.”

“Ojala pudiera estar segura de eso.”

“Nadie en el mundo es capaz de hacerme tan bien como vos.”

“Ojala pudiera creerte.”

“¿No confías en mí?”

“Más que en mí misma?”

“¿Entonces?”

“No sé, perdón.”

“¿Nos vemos o no?”

“Elijo creer y confiar en vos.”

“¿En tu casa?”

“Dale, te espero.”

“¿Tipo nueve está bien?”

“Sí, si queres trae cerveza o algo, porque no tengo.”

“Dale, llevo eso y helado.”

“Me conoces demasiado.”

“Mucho más de lo que crees me parece.”

“Gracias por no mandarme a cagar.”

“Te amo demasiado como para hacer eso.”

“Te espero a las nueve.”

“Ahí voy a estar.”


Dejé caer mi torso en el colchón y suspiré, miré al techo y tapé mi cara con mis manos… Llorando otra vez.

“Viene hoy a la noche, tengo miedo de estar equivocándome.”

“Si haces lo que te dice el corazón, es imposible que te equivoques.”

“No sé Meli."

“Tranqui hermosa, va a estar todo bien.”

“Gracias por bancarme.”

“Siempre amiga, siempre.”


Sonreí por un par de segundos y las lágrimas volvieron a invadirme.

Era sábado y recién eran las tres de la tarde, abracé una de mis almohadas y me hice un bollito en la cama. Necesitaba llorar y dormir. Era fin de semana largo y mis padres no estaban.

Me estaba quedando dormida cuando verdaderamente sentí las manos de Pedro tomándome por la cintura y me desarmé. Fue como sentirlo real. Lo extrañaba, lo necesitaba… Eso no había forma de negarlo.

No sabía cómo iba a reaccionar aquella noche, no sabía ni siquiera si iba a poder reaccionar.

“¿Y si mejor no venís?”

“¿Por qué?”

“Tengo miedo Pedro, no lo puedo evitar.”

“Quiero darte un abrazo que te quite el miedo.”

“Ojala pudieras abrazarme todo el día.”

“No lo hago porque no me dejas.”

“Lo sé…”

“No me niegues ese abrazo.”

“Perdón.”

“¿Por qué?”

“Por ser tan histérica.”


Dejé el celular a un lado y me fui a bañar, ya eran las seis de la tarde. Tardé demasiado tiempo debajo de la ducha, tratando de tranquilizarme, de actuar como una persona normal. (Aunque yo no sintiera que fuera precisamente “una persona normal”)

Salí de la ducha y me miré al espejo, mis ojos hinchados de tanto llorar me daban ganas de seguir llorando.

Toda mi vida había llorado demasiado, creo que esa era mi manera de desahogarme.

Lavé varias veces mi cara y fui a mi habitación envuelta en un toallón, y con una toalla en mi cabeza.

¿Qué ponerme? Otro dilema. No quería parecer provocativa porque si bien (para ser sincera) me moría porque esa noche termináramos en la cama, tampoco quería confundirlo, ni confundirme. También era real que Pedro ya conocía toda mi ropa… Y me conocía a mí, demasiado… A esta altura no podía ocultarle demasiado.

Opté por un jean bien achupinado (todos mis jeans eran así), una remera color natural con una estampa en verde y una camisa de jean. En los pies borcegos.

Me sentía como si fuese mi primera cita y era la cita número mil… Y con mi ex.

Okei Paula, okei.

Comí un sándwich improvisado de queso porque caí en la cuenta de que no comía nada desde muy temprano y luego sequé mi pelo. Me delineé un poco y me dejé caer en el sillón.

“Tiemblo como un papel, como si no lo conociera…”

“Me das ternura Pau.”

“¿Por qué?”

“Es imposible que lo ames más, deja de hacer boludeces y termina la noche con una reconciliación.”

“Una parte de mí quiere eso…”

“¿Y la otra?”

“Ya sabes…”

“Hacele caso a lo que sentís, deja tu cabeza de lado.”

“Eso intento.”

“Mucha suerte amiguita.”

“Gracias Mel."


Suspiré y dejé mi celular a un lado, pero ni bien lo apoyé en la mesita ratona, vibró.

“¿No te arrepentiste?”

“¡No me hagas dudar Pedro!”

“Está bien, perdón. Estoy yendo.”

“Te estoy esperando.”


Tiré mi cabeza hacia atrás hasta que cayó sobre el respaldo del sillón. Deseaba muy profundamente no estar equivocándome.

No nos habíamos peleado, simplemente nos habíamos tomado un tiempo (o algo así, no sé)… Pero, no estaba convencida de que ese tiempo haya sido suficiente.

Tenía miedo de que sea noche terminara todo… O empezara todo otra vez.




-


Mañana termina... Comenten por favor ☺

No hay comentarios:

Publicar un comentario