lunes, 18 de enero de 2016

Encuentros y desencuentros V.


Llegué a la escuela con la ilusión de verla, pero no estaba.

Me senté solo porque no soportaba estar con nadie, no quería hablar, no quería hacer nada. Solo necesitaba que ella me perdone.

Cuando sonó el timbre del recreo, me acerqué a Tefi quien era amiga de los dos, pero era la mejor amiga de Paula. Tenía que saber algo.

- Tefi… -Dije acercándome a ella.-
- No Pedro. –Dijo frenándome.- No voy a decirte nada de Paula porque te fuiste al carajo con lo que le dijiste.
- Lo sé. –Suspiré.- Necesito hablar con ella.
- Yo no me voy a meter en el medio.
- Intenta convencerla de que hable conmigo.
- No Pedro, de verdad te lo estoy diciendo. –Hizo una pausa.- Te mandaste una muy grande esta vez.
- ¿Y qué tengo que hacer ahora?
- Remarla macho.

Y se fue.

Okei. Era hora de sacar los remos.

Sabía que había reaccionado de la peor manera, sabía que me había ido al carajo… Pero, también sabía que la amaba con locura y que no estaba dispuesto a perderla.

Revisé el WhatsApp y había tenido una conexión hacia algunos minutos, asique si le hablaba no la despertaría.
“Buen día, te voy a mandar un audio. Espero que, al menos, lo escuches.”
Y presioné el botón para grabarme:
“Te juro que no entiendo nada. No entiendo qué está pasando ni entiendo por qué reaccioné así. Lo único que sé es que soy un flor de pelotudo y que no puedo dejar de pensar en que volvería el tiempo atrás para cambiar ese grito por un abrazo.
Sabes muy bien que te amo, porque sé que lo sabes como yo sé también que vos me amas y por eso te pido que al menos podamos hablar cara a cara, por el amor que existe entre nosotros, por todo lo que pasamos juntos. No soportaría perderte mi amor, sabes muy bien que me salvaste de muchas cosas. Te amo.”


Lo envié, sequé mis lágrimas y suspiré.

No podía poner en palabras lo que Paula era para mí, sinceramente me había salvado de muchas cosas. Cuando nos conocimos yo estaba demasiado perdido, rodeado de gente tóxica… Y ella fue quien me mostró que había un camino más lindo.
“Me desilusionaste demasiado Pedro.”

“Lo sé, te desilusioné a vos y me desilusioné a mí mismo.”

“No sé si puedo hablar con vos, no quiero ser tan hiriente como vos lo fuiste conmigo.”

“Necesito verte mi amor.”

“¿Para qué?”

“Necesito decirte todo esto mirándote a los ojos.”

“¿Vos crees que eso va a cambiar algo?”

“Al menos lo intento.”

“Voy a estar sola en mi casa a la tarde.”

“¿Puedo ir?”

“Creo que sí… Yo también necesito hablar con vos.”

“Ahí voy a estar, gracias.”
Y no respondió más, al menos sabía que esta tarde la vería y sabía que la mañana se me iba a hacer eterna.

El trabajo que tenía que entregar nunca lo terminé y nunca lo entregué. Poco me importaba.

Falté al contra-turno y salí de la escuela.

“Falté a Gimnasia porque necesito verte. ¿Puedo ir ahora?”

“Sí.”


Emprendí el camino a su casa y toqué el timbre nervioso como pocas veces en mi vida.

Ella abrió la puerta y sin decir nada ingresó a su casa. Yo cerré la puerta y la seguí hasta su cuarto.

- Hola. –Dije.-
- Hola. –Respondió sin mirarme y se sentó en su cama con sus piernas cruzadas.- Te escucho. –Y por primera vez me miró.-
- ¿Puedo sentarme?

Paula asintió con su cabeza y me senté en la silla de su escritorio, frente a ella.

Quise tomar su mano, pero me lo impidió.

- No sé con qué cara pedirte perdón.
- No alcanza con un perdón.
- ¿Y qué tengo que hacer?
- No pienso perdonarte, te dije que vengas para que le demos un fin a esto.
- No, no voy a dejar que así sea.
- Me desilusionaste y me lastimaste demasiado, yo no quiero un hombre así conmigo.
- No entiendo por qué reaccioné así.
- ¿Importa que lo entiendas? Reaccionaste así y punto.
- Pero no es como pienso.
- Los dos sabemos que sos impulsivo, pero esto no fue un impulso. –Suspiró.- Estaba muerta de miedo y vos lo único que hiciste fue gritarme y maltratarme, que yo sepa se garcha de a dos.

Rasqué mi cabeza y me acerqué a ella, tomé su mano y la acaricié con mis dedos.

- ¿Y no puedo abrazarte ahora?

Ella negó con su cabeza.

- Por favor.
- No me hagas esto Pedro. –Dijo con lágrimas en los ojos.-
- Necesitamos darnos un abrazo.

Paula quiso alejarse, pero la abracé y dejé que se desarmara en mis brazos.

- No estoy dispuesto a perderte. –Dije abrazándola con fuerza.- Sé que hice algo horrible, entiendo que estés enojada y dolida, porque yo lo estoy conmigo mismo… Pero, no voy a dejar que algo nos separe.
- Vos hiciste que nos separemos.

Ella quise alejarse de mí, pero no la dejé.

- Nos amamos Paula.
- Me hiciste mierda.
- Perdón mi amor, perdón.
- Soltame Pedro, me estás haciendo peor.
- No seas así.

Se separó bruscamente de mí.

- ¡Vos no seas así! ¿No te das cuenta?
- No puedo sin vos.
- Lo hubieses pensando antes.
- No pensé cuando te traté así.
- Eso no te justifica.
- Lo sé…
- Ya está, esto no va para ningún lado.

Y aunque sabía que me iba a mandar a la mierda, la besé tomándola por la nuca.

- ¿Te das cuenta que lo que pasa entre nosotros no va a morir, no?
- Andate.
- No quiero mi amor.
- Deja de decirme mi amor.
- Es lo que sos.
- Dejame sola, me siento mal de verdad.
- ¿Qué te pasa?
- ¿De verdad me preguntas qué me pasa? ¿Me estás cargando?
- Estás muy pálida.
- Quiero dormir.
- No quiero dejarte así.
- Si te quedas me voy a poner peor.
- ¿Por qué no te acostas?
- Porque necesito que te vayas primero.

Besé su frente y acaricié su mejilla.

- Dale, acostate.
- ¿Me escuchas cuando te hablo?
- Sí.
- ¿Entonces por qué no te vas?
- ¿Y vos por qué no te acostas?

Ella no pudo evitar reírse y se acostó.

- Trata de descansar y tranquilizarte, conociéndote no dormiste en toda la noche. ¿O no?
- No, no dormí nada.
- Necesitas dormir, cuando te despiertes vas a estar más tranquila.
- Que esté más tranquila no quiere decir que vaya a perdonarte.
- Eso dejamelo a mí. –Besé su mejilla y ella suspiró.- Te dejo, voy a estar todo el tiempo con el celular cerca. –La tapé ya que su cama estaba desarmada.- Te amo. –Besé su frente y me fui.-

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