martes, 5 de enero de 2016

Hacer lo que sentimos VI.


Hacia un largo rato que Pau estaba allí y yo paseaba las puntas de mis dedos por su cara y la llenaba de besos.

- Creo que me voy a quedar dormida acá. –Rio.-
- ¿Y qué problema hay con eso?
- No da.
- Deja de pensar tanto en lo que da o lo que no, en si encajas o no… Pensa en lo que queres hacer.
- Mmm… ¿Te soy sincera?
- Por favor.
- Chaparte.

Se levantó y se sentó frente a mí, muy cerca. Me tomó por la nuca y me besó.

- Ay, sos muy linda. –La tomé por la cintura y la besé.-
- Vos sos lindo. –Sonreímos y nos besamos.-

Y sí, pasamos un largo rato sin aburrirnos de unir nuestros labios.

- ¿Ves que es mejor hacer lo que sentís?
- No estoy acostumbrada… Más bien hago todo el tiempo lo que no quiero.
-Corrí el pelo de su cara.- Hoy podes hacer lo que sientas.

No dijo nada, solo volvió a besarme y me abrazó, escondiendo su cara en el hueco de mi hombro.

- ¿Esto es lo qué sentís ahora?
- Sí. –Dijo abrazándome más fuerte.-
- Me encanta, porque siento lo mismo. –Besé su mejilla y ella sonrió.-
- ¿Puedo quedarme?
- Te suplico que te quedes.

Nos abrazamos aún más fuerte y allí nos quedamos, hasta que sentimos un pelotazo encima nuestro y reímos. Les devolví la pelota y cuando me dí vuelta, Paula ya no estaba en el banco.

- No, no te levantes.
-Rio.- Ya me levanté.
- ¡No vale!
- ¿No vale?
- ¡No!

Comencé a caminar hacia ella y ella caminó hacia atrás, posé mi mano detrás de ella cuando vi que estaba por chocarse contra un árbol y frené el golpe que sino iba a sufrir su cabeza.

Me acerqué con mi cuerpo a ella y la besé.

- No tenías que levantarte.
- Bueno, pero ya está.
- ¿Ya está? –Pregunté haciéndole cosquillas.-
- ¿Qué haces Pedro?
- ¡Hago que te rías!

E intensifiqué mis cosquillas, hasta que terminamos los dos tirados en el pasto, llorando de risa.

Nos quedamos un rato allí, al sol, hasta que comenzamos a tener calor, asique cambiamos nuestro rumbo.

- ¿Puedo hacerte un regalo?
- ¿Un regalo Pedro?
- Sí, por favor.
- Mmm… Ya estás haciendo mucho por mí.
- Puedo hacer más.
- No sé.
- Dale, porfas. –Dije haciéndole pucherito y ella rio.-
- ¿Qué?
- Acá cerca hay un local de ropa que es re lindo…
- ¡No Pedro! ¡No quiero nada!
- Solo un regalo.
- Me da cosa.
- Mira si después de este día, decidís que no nos vemos más… Quiero que te quede algún recuerdo mío.
- Mmm…

La tomé por las manos y no la dejé pensar, comencé a caminar haciendo que me siga.

La convencí y le compré un pantalón, tres remeras y una campera.

- Esto es muchísimo. –Dijo saliendo del negocio.-
- No, no es nada.
- Para mí es demasiado.
-Besé su mejilla.- Me gusta regalártelo.
- Gracias, en serio.
- No es nada. ¿Volvemos a mi casa?
- Mmm… Bueno, dale.

Le dí un beso y comenzamos a caminar hacia mi auto. Volvimos a mi casa y allí merendamos algo.

-


Estábamos hablando hacia un rato largo, pero… Me moría por hacer otra cosa.

Lo tomé por la nuca y lo besé.

- Mira, no sé qué va a pasar después de hoy… -Suspiré.- Pero, si no volvemos a vernos, creo que me gustaría pasarla bien con vos en la cama por última vez.

Y sí, fui sincera. Pedro me tomó por la cintura y bajó con sus manos hasta mi cola.

- No, no me digas que es la última vez. –Dijo puchereando.-
-Reí y lo besé.- No lo sé… Por eso, quiero disfrutarla.

Mis labios bajaron por su cuello y mordí su oreja. Él sonrió y presionó mi cola con sus manos, haciendo que me suba a su cuerpo. Estábamos sobre el sillón. Me acerqué a él, hasta quedar sentada en su cuerpo y rodearlo con mis piernas.

- No puedo creer que estés tan buena, y perdón la sinceridad.
-Reí.- Mejor callate y convenceme.
- ¿De qué tengo que convencerte?
- De que no va a ser la última vez.

Pedro sonrió pícaro y me besó mientras acariciaba mi espalda por debajo de mi remera, subió hasta la tira de mi corpiño y tiró de allí.

- ¡Aia! –Me quejé y mordí su labio.-
- ¡Aia vos! –Reímos y volvimos a besarnos.-

Comenzó a quitar mi remera y levanté mis brazos, para ayudarlo en la tarea. Volvió a abrazarme por la espalda e hizo que volvamos a besarnos, esta vez me dejó sin aire. Literal.

Y no sé qué tenía, pero cuando estaba así con él no pensaba en nada más.

Sus manos subieron nuevamente por mi espalda y sonreí al sentir que estaba desabrochando mi corpiño, el cual quitó rápidamente. Corrió el pelo de mis hombros con su nariz y con su lengua recorrió mi cuello y mis clavículas, subió por detrás de mis orejas y bajó por mi esternón, para pasar por mis lolas y humedecerlas por completo, mientras yo sostenía su nuca y suspiraba con fuerza, disfrutando de lo que él hacía en mi cuerpo.

Lo sentí morderme y me quejé en su oído, pero con un dejo de placer. Lo hizo varias veces y yo lo disfrutaba.

Quité su remera y la dejé caer en el suelo, lo hice caer sobre el sillón e hice lo mismo con él. Recorrí su pecho con mi lengua y mordisqueé suavemente su piel.

Me dejé caer sobre su cuerpo y lo besé…

- ¿Por qué sos tan hermosa? –Susurró en mis labios presionando mi cola.-
-Sonreí.- ¿Y vos? ¿Por qué tan hermoso?

Nos sonreímos y volvimos a besarnos. Sentí sus dedos clavarse en la cintura de mi pantalón y lo ayudé, levantando un poco mi cadera para que pueda desabrocharlo y así lo hizo, primero el botón y luego el cierre.

Hizo que me acostara hacia el otro lado y quitó mi pantalón. Comenzó besando mis pies y bajó, también con besos, por todas mis piernas, mientras sus manos traviesas comenzaban a acariciarme en aquel lugar clave. Mis ojos se mantenían cerrados, solo lo disfrutaba. Sentí sus manos terminando de desnudarme y sonreí, volvió a mi boca y bajó con besos muy húmedos por el centro de mi cuerpo.

La puta madre, no podía hacerme sentir tan bien con tan solo su boca.

Desabroché sus pantalones y clavé mis dedos en su cintura, para quitar toda su ropa de una. Buscó un forro y se lo puso.

Ya estaba encima mío, me besó y se me quedó mirando algunos segundos…

- ¿Qué pasa? –Susurré agitada.-
- No va a ser la última.

Clavé mis dedos en su espalda y lo obligué a comenzar.

- No sé si es la última, pero hacelo. –Mordí su labio y él sonrió.-

Después de un rato, ya me había cambiado y tenía mi bolso y los regalos en mis manos.

- La pasé muy bien hoy, gracias por los regalos. –Lo besé.-
- ¿Nos vamos a volver a ver?
-Suspiré.- Te juro que no lo sé.
- No quiero que te vayas.
- Tengo que irme…

Y no lo dejé seguir hablando, porque le dí un último beso y me fui corriendo.




4 comentarios:

  1. Que sigan juntos!!! Ojalá mañana termine feliz este corto! ;)
    Muy lindo el diseño nuevo del blog! Genial!

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  2. Me encanta el corto... Ojala que terminen juntos!❤ me encanto el diseño del blog

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  3. Me encantó este cap
    Me encantó este corto ♡♡♡

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  4. Queda solo un capitulo y si no terminan juntos te asesinamos.

    Pdt: Igual te queremos jaja

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